No es la primera ocasión que víctimas de accidentes de tráfico sufren, además de la pérdida de su ser querido, el paso por un juicio de faltas que aumenta su dolor e indignación.
Recuerdo el que tuvo que sufrir la madre de Álvaro, un niño de 13 años que murió arrollado en un acto deportivo por un coche que no estaba en las condiciones idóneas para participar en dicho evento.
Esta madre, llena de dolor, llamó asesino al presunto culpable de la muerte de su hijo. Fue denunciada y llevada ante el juez.
Eso fue muy rápido, pero la resolución del caso de su hijo aún está pendiente de resolver después de muchos años.
El pasado día 8 de marzo se emitió la sentencia de otro juicio de Faltas (nº317/2010) del Juzgado de Instancia nº 4 de Orihuela, sobre otro padre de una víctima que murió como consecuencia de las heridas recibidas por un atropello.
Este padre, que pide justicia para su hija, fue denunciado por alteración de orden público, pero la sentencia dice que: «debo absolver y absuelvo a Antonio Ángel Pertusa Rebollo de las faltas que se le imputaban, con toda clase de pronunciamientos favorables, declarándose de oficio las costas procesales causadas»
Este padre fue acusado de alterar el orden público en el transcurso de la procesión del sagrado Corazón de Jesús de 5 de junio y en El Corpus Christi de 14 de Junio de 2009 y de proferir insultos contra los denunciantes, pero estos hechos no han quedado probados.
Pero lo que más destacaría de esta sentencia es lo que dice la magistrada y que aparece en los fundamentos de derecho y que está relacionado con la actuación de este padre, la utilización de pancartas, expresiones insultantes, no probadas, y la presunción de inocencia. Dice así: …»se enmarcarían o serían fruto de un cuadro de situación familiar rota por un lamentable y dramático suceso que muestra su disconformidad más o menos exaltada pero no punible penalmente…»
¡Y cómo van a callar a unos padres que pierden lo más querido en un hecho de lo más injusto!
En este caso, a pesar del trance, este padre ha salido absuelto y fortalecido pero no ocurre así en todos los casos.
Pero no solo existen juicios de faltas a padres de víctimas, hasta hace muy poco la gran mayoría de siniestros por tráfico eran considerados y tramitados como juicio de faltas y conozco una madre que perdió a su hijo más que en un accidente de tráfico, en un acto producido con un coche, y que muy probablemente será visto en un juicio de faltas, cuando el resultado de dicho acto ha sido acabar con la vida de su hijo.
Porque un coche no se ve como un arma de matar y porque las víctimas de siniestros de tráfico siguen sin verse como verdaderas víctimas.
Padre de Julia, supongo que esta victoria sigue siendo amarga por el origen. Es una fase más de las que, por desgracia, muchos padres tienen que pasar para llegar a esclarecer unos hechos que en la mayoría de los casos se consideran fortuitos, porque una vida cortada en el asfalto, para muchos, sigue siendo un hecho de fatalidad.
Mucho ánimo.
Flor Zapata Ruiz, madre de Helena, que murió por la acción de un conductor con alcohol.
(Los datos para hacer este post han sido facilitados por los padres de Julia)