Cada vez que un personaje famoso tiene un accidente de tráfico o es afectado por tener un familiar víctima, siempre tengo la esperanza de que sea un futuro solidario en esta lucha.
Casi siempre suelo escribir un correo para él, a veces, lo mando a algún periódico con la esperanza de que lo publiquen y le llegue, y otras veces simplemente se convierte en un correo sin entregar. Y últimamente son bastante los famosos afectados por esta desgracia que son “los siniestros de tráfico”: Severiano Ballesteros, Toni Canto y Eva Cobo, la ministra de cultura y, en este momento, Ortega Cano gravemente herido.
En estos correos sin entregar, casi siempre, pido ayuda, porque solo lo que hemos pasado por esto sabemos de lo que hablamos. Ayuda para seguir concienciando, ayuda para trabajar por disminuir los accidentes de tráfico, casi siempre evitables. Porque en toda causa que se precie, en toda enfermedad importante, en toda lucha contra alguna violencia, si hay una cara conocida, alguien que se ponga tu lazo, este será visto por la sociedad, tu lucha y tu causa será conocida. Porque hasta entonces, a pesar de los miles de víctimas, en este momento llevamos en lo que va de año más de 500 muertos, no son conocidos, no tienen nombre ni cara.
Las noticias apuntan a que Ortega Cano iba a más velocidad de la adecuada. No sería de extrañar. Se nos olvida que no todas las carreteras son autovías y que una zona de curvas es una zona peligrosa que normalmente está señalizada como tal y la velocidad limitada no por capricho. Pero fuera por lo que fuera, en este caso, hay un muerto, con toda la apariencia de víctima, pero nadie sabe cómo se llama, quien era, solo los que le conocían y una fría aclaración en todas las noticias “tenía 48 años”. Y probablemente se conocerá su nombre pero no por ser él, sino por ser parte del accidente de un famoso. Algún día pondré aquí mi carta a la Señora ministra de Cultura, esa carta al director que no publicaron y que era una contestación al artículo que ella misma escribió como necrológica de su hermano.
Y hasta que alguno de estos famosos, que sí tienen nombre, decidan echar una mano, aquí va la frase que envié para las I Jornadas sobre víctimas y medios de comunicación en Cartagena, y que mi amigo Juan Antonio Carreras tuvo a bien publicar en las mismas:
Víctima “Persona que sufre por culpa ajena o por causa fortuita”. Definición del diccionario de la Lengua Española.
Pero no todo el que sufre es víctima, si no tiene la consideración como tal por parte de la sociedad. Todos podemos ser potenciales víctimas o victimarios. Identifícate como víctima pero no te quedes en ese estado. Pasa a la siguiente fase: Lucha para que otros no lleguen a serlo. De lo que tú hagas hoy, dependerá la vida de los demás mañana.
Flor Zapata Ruiz, madre de Helena, víctima de la violencia vial, víctima de los siniestros de tráfico, víctima de la acción de un conductor con alcohol.
Vuestro dolor es también el mío.
Flor Zapata Ruiz, madre de Helena.